No Le Hagan Nada! Es un Político!

Victor Celorio

 

 

No le hagan nada, porque es político!

Como tal, tiene derecho a robar impunemente del dinero de la nación.

Esa ha sido la consigna a sotto voce durante los últimos 100 años en México.

Los niveles de impunidad en el país lo comprueban plenamente: a pesar de las denuncias y las evidencias de riqueza mal habida, la proporción de políticos ladrones castigados como marca la ley es un porcentaje mínimo. En términos generales, los gobiernos de México han castigado a los políticos ladrones no por sus ladronadas: los ha castigado porque han roto alguna de las promesas de lealtad al partido o al presidente en turno.

Esta impunidad en la practica aunado al dinero fácil que entra por Pemex y otras empresas de estado y que ellos usan a su antojo a pesar de que son solamente administradores del dinero ajeno -de la nación- ha creado una estructura de corrupción e impunidad apabullante. Por donde se rasque, la corrupción de los servidores públicos se ha convertido en una pus que carcome por dentro el sistema de gobierno.

Pero en lugar de meterlos a la cárcel, el gobierno solamente les ruega que se porten bien y que no roben el dinero publico. Estos ruegos los han venido haciendo los gobiernos de México por lo menos desde Benito Juárez con su “austeridad republicana”, y de una forma reciente desde Miguel de la Madrid y su patética “renovación moral”.

Estas amonestaciones, obviamente, no sirven de nada porque son llamados éticos que son dirigidos a gente sin ética.

Esos llamados son recibidos por ladronzuelos que cínicamente hasta se hacen eco del llamado, riéndose por dentro pues conocen su verdadera importancia: ninguna. En una medida política, Morena le abrió la puerta a muchísimos políticos corruptos salidos del PRI y del PAN. Pero ahora que su gobierno se ha consolidado, para ser coherente, Morena debería comenzar a depurar sus filas y a meter a los políticos ladrones a la cárcel, estén o no con el partido.

Igualmente, el gobierno debe tomar medidas preventivas de urgencia para que el dinero de la nación ya no siga siendo desviado a los bolsillos de los ladrones profesionales incrustados en el sistema público. Hasta ahora, los gobernantes honestos aplican solamente medidas punitivas contra la corrupción institucional. Pero sus limitaciones son claras, incluso en los casos en que los gobernantes honestos quieren perseguir a los gobernantes ladrones, al utilizar solamente armas punitivas el gobierno tiene un problema muy grande para aplicar las leyes que en muchos casos los ladrones mismos crearon.

La solución en principio consiste en prevenir el robo de dinero. Cómo? Aquí ofrezco algunas opciones:

  1. Todas las ganancias de empresas del estado, como las de Pemex, las minas, la CFE, y próximamente del litio, deben ser protegidas por medio de candados constitucionales que garanticen que ese dinero sera usado en el desarrollo del país y no en el gasto público del gobierno. Ese dinero le perteneces a todos los mexicanos, como lo dice claramente la constitución, y no al gobierno que los administra.

  2. Debe ser eliminada por completo la asignación discrecional y directa de contratos en todo el país. Esa libertad de gastar el dinero como se les da la gana, es la mayor fuente de corrupción. Si desde el inicio se aplican candados para gastar el dinero, la corrupción se complica exponencialmente, pues los ladrones tienen que romper los candados en primer lugar.

  3. Que las compañía elegidas para ejecutar los contratos deban comprobar que tienen establecidas con más de 3 años de antigüedad y que tienen antecedentes claros de funcionamiento (establecimiento, facturación y estados de cuenta) para poder recibir contratos con el gobierno. Y si ya han fallado en cumplir con un contrato anterior, simplemente NO pueden volver a participar.

  4. Que los proveedores tengan que registrarse en una base de datos expurgada y verificada a ciegas por una tercera instancia, y el gobierno exija que en las licitaciones los proveedores tengan que estar establecidos en esa base de datos en lugar de elegirlos en base a los que se ofrezcan.

  5. Que dichos proveedores NO tengan conflictos de interés con los gobernantes (o sea, que sus dueños NO tengan lazos ni familiares ni de amistad con los gobernantes). Esto incluye a los cabilderos.

Estas medidas iniciales, aunadas a elevar la penalidad, con castigos muy severos para quien las viole, debe comenzar a reducir la robadera de los presupuestos.

Por supuesto, meter a la cárcel a los ladrones es una condición indispensable para comprobar que efectivamente se tiene la voluntad política de acabar con la impunidad existente. De otra forma, será solamente otro patético ruego a que los ladrones se “porten bien” y “sean austeros”.

NewportNews, Virginia, 12-2024