(De Sirenas y Unicornios)
Mi primera novela, escrita en 1985-86. Para entenderla mejor debo hacer un breve génesis, que habré de ampliar en otras partes.
La comencé a escribir mientras luchaba activamente por depurar la actividad sindical en México. A los 25 años tenía yo en mi haber varias fábricas “liberadas” de la tiranía esbozada de sindicatos piratas o sindicatos corruptos. Asesoraba principalmente fabricas textileras como FISISA, que era una planta con cerca de cinco mil trabajadores..Poco antes del terremoto yo había organizado también el cambio sindical en varias fabricas de Chalco, que culminó en un gran paro de todas las fabricas del pueblo. Esto motivó que yo y mi grupo fuéramos enjuiciados por el Congreso del Trabajo.
Aunque tenía éxito como sindicalista, la actividad política no me satisfacía. Era un conflicto ético para mí aceptar que mi éxito se debía a la corrupción del sistema político mexicano. Sentía que, de seguir en ese camino, terminaría yo tan corrupto como ellos.
Fue entonces cuando ocurrió el terremoto de 1985 en la ciudad de México. El evento me sacudió lo suficiente para despejar mis dudas y después de esa semana que pasé escarbando en las ruinas en busca de sobrevivientes y cadáveres y luego recopilando víveres, medicinas y ropa para los sobrevivientes, decidí renunciar al sindicalismo para sentarme a escribir.
Mi familia y todos mis conocidos me dijeron que estaba yo loco por renunciar a lo que para muchos de ellos era el equivalente a un premio mayor de la lotería.
La novela la comencé en el DF y la terminé en Manzanillo, Colima, a donde me fui a refugiar. Está estructurada en dos grandes secciones de siete capítulos cada una: en la primera retomo mis experiencias como sindicalista y baso la narrativa desde la perspectiva de los obreros a los que yo asesoraba.
En la segunda sección hago un recuento ficticio de mi relación con Estados Unidos por medio de mi esposa estadounidense, Leslie, con quien casé en 1978, a los 21 años. Basado en esas experiencias como pareja internacional, convertí a dos personajes en metáforas de lo que ocurría con la relación de México con Estados Unidos.
Los capítulos son intercalados entre las dos secciones y utilizo muchas técnicas como flashback, ultrarealismo, stream of conciousness, etc. Toda la novela está basada en mis experiencias personales, modificadas por supuesto para cumplir con las demandas de la narrativa de ficción.
Fue y sigue siendo una novela controversial en muchos niveles. En el terreno ideológico planeaba yo que sería una locura el “matar” a Estados Unidos, por mucho que su democracia nos haga enojar y que nos haga sentir engañados. Los dos países están unidos por una de las fronteras más largas del mundo y como dicen los personajes en la novela, estamos condenados a querernos. También apostaba al derrumbe y pronta desaparición del PRI como fuerza política dominante del país. Esto, a unos años de que López Portillo hiciera campaña sin oposición alguna.
Sometí la novela a un concurso de literatura de Plaza y Valdez y pronto me enteré que mucha gente la estaba leyendo en copias fotostáticas al estilo samisdat. Luego comenzaron los infundios de mala leche diseminados por los miembros del gobierno priista por medio de sus servicios de inteligencia, quienes me tenían fichado, y de sus amenuenses. Como todos los cobardes, lo hicieron bajo la mesa y por medio de chismes soterrados.
El Director del UnoMásUno, Manuel Becerra Acosta, me solicitó algunos artículos que escribí desde Estados Unidos mientras se fallaba el concurso. Cuando mi novela fue declarada una de las finalistas en el concurso literario, las amenazas me llegaron hasta Florida. México estaba en medio de la primera elección verdaderamente competitiva en medio siglo.
Después de las elecciones el concurso fue cancelado sin explicación alguna y Becerra Acosta fue expulsado del país por Carlos Salinas.
Intenté publicar la novela con otras editoriales, pero tanto había sido vituperada y maltratada, que nadie quiso siquiera hablar conmigo en público. La cobardía en estos asuntos es legendaria en México . En privado mucha gente me ofreció y me sigue ofreciendo su apoyo. Finalmente hice una edición privada de la novela, solamente para probar que no podían callarme, pero sin forma de distribuirla ni de venderla directamente y terminé por regalar todos los ejemplares.
Posteriormente esta novela fue la causa del pleito con Carlos Fuentes. Ese tema lo describo a fondo en el capítulo Acerca del Pleito con Carlos Fuentes y en el Estudio Comparativo entre las dos novelas.
Mi libro tuvo que luchar para sobrevivir en un clima político lleno de mala leche. Y sin embargo veinticinco años después aquí está el Unicornio Azul, vigente aún en muchas áreas.
No pudieron y no podrán desaparecerlo.